Agua...

 

ZAHORÍ

Tú sabes buscar el agua,
con tu varilla en la mano,
tu sabes dónde se esconde,
zahorí, te lo ha revelado
esa vibración extraña,
cuando la estabas buscando.
Es un don, celeste don,
puedes encontrar lo oculto,
lo perdido, lo ignorado;
eres un tanto vidente,
sensible eres otro tanto,
una mezcla  misteriosa
de poderes ignorados.
Se nace zahorí, se nace,
como se nace poeta,
listo o torpe, feo o guapo,
cada cual desde la cuna
tiene un sendero marcado.
A veces quedan dormidos
misterios no revelados,
a veces oyes la voz
misteriosa de lo alto…
Zahorí, descubre el oculto
manantial que está enterrado,
ese pozo, esa fontana,
fue por tu magia encontrado;
vibraciones sensitivas
de la varilla en tu mano,
tesoro, rico tesoro
del agua que va brotando
sobre la tierra que muere
de sed, se va deslizando…
Tú, que buscas manantiales,
mira si encuentras acaso,
esa corriente que arrastra
el amor de los humanos;
las virtudes extinguidas,
que se fueron olvidando…
¡Si con tu varita mágica
tu pudieras detestarlo…!
¡Ay, qué hermoso si brotara
un surtidor que a lo alto
lanzase otra vez el agua
pura, que fuese lavando,
la tierra de la injustica,
de vicios desordenados,
de tanta y tanta maldad,
de tanta sangre de hermanos…!
Si la fuente de la vida,
clara se fuese tornando.
Busca el manantial zahorí,
el manantial del milagro,
que apague la sed ardiente
que devora a los humanos;
el agua de la esperanza,
en el cuenco de las manos,
beberemos de esa fuente
del surtidor del milagro.

 
Mª BERNARDA GARCÍA DE LA VILLA